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CRÓNICA DON BENITO CAMPEONATO EXTREMADURA EQUIPOS 2025
By José Julio
26/01/2025
¡Oh, Don Benito, cuna de emociones
y ajedrez!
Tras un largo periodo de retiro ajedrecístico
(porque claro, quién necesita competir cuando se puede disfrutar de la
vida sedentaria), desempolvamos nuestra camper y nos lanzamos a saborear las
esencias del ajedrez extremeño. Y, sorpresa de sorpresas, mi esposa,
que un día suspiró aliviada al cerrar el tablero, ahora extraña
los viajes por motivos de ajedrez. ¡Qué vueltas da la vida!
Nuevas rondas en el Campeonato de Extremadura
por Equipos: nuestro club, cual fénix (o tal vez polluelo en apuros),
está presente en División de Honor y Segunda División.
Alegría infinita al ver a los compañeros del club, después
de todo, era mi debut en equipos este año. También saludos a jugadores
y jugadoras de otros clubes, porque, en el fondo, somos una gran familia…
de rivales.
Fotos en grupo: un momento
estelar, aunque seamos sinceros, la escena tenía menos pinta de equipo
que una reunión de vecinos. Mientras otros clubes lucen sus flamantes
uniformes reglamentarios, nosotros seguimos en "modo disperso". Envidia
sana, claro, pero habría que empezar a considerar una línea de
merchandising para el club. ¡Se necesita más Instagram
y más euros! (Que las camisetas no se pagan solas).
El momento Kodak para mí: la foto con
Antonio. Porque, seamos claros, hay cosas que no tienen precio. Lo bueno también
fue la incorporación de Javier al equipo. Eso sí, Javier, que
parecía más perdido que un peón en séptima fila,
tuvo la suerte de que yo llevaba la camiseta del club. ¡Si no, aún
seguiría buscándonos por Don Benito!
Y hablando de Don Benito… ¡qué
hermosa es la Feval! Ahí está, radiante, mientras en Cáceres
seguimos soñando con un espacio ferial decente. Para más ironía,
hasta la Diputación de Cáceres ha puesto dinero en esta joya.
Mientras tanto, nosotros seguimos esperando. El lugar de juego, cómodo
en general, pero las sillas… bueno, digamos que no aspiraban a ser protagonistas
de una decoración de bodas.
En el tablero, las cosas no fueron tan brillantes.
En División de Honor, sufrimos tanto por la mañana como por la
tarde. El futuro en esta categoría pinta más complicado que un
final de torres. Necesitamos gestas, épicas o milagrosas, para salvarnos.
En Segunda División, resultados mixtos: una victoria contundente por
la mañana, gracias a un rival que no vino con todas sus piezas fuertes,
y una derrota ajustada por la tarde. Soñar con una buena clasificación
no es imposible, pero primero, garantizar la categoría.
En lo personal, un sabor agridulce. No pude
derrotar a Ricardo Fernández tras 40 años sin enfrentarnos. Unas
tablas intensas, con un final que se inclinaba más al desastre que al
triunfo. Pero bueno, ahí queda la lucha, como el ajedrez manda.
Por último, el toque maestro organizativo.
La Federación, siempre fiel a su estilo, nos regaló un retraso
de media hora por la tarde, cortesía de una entrega de premios de un
torneo anterior. Porque claro, avisar a los jugadores era un detalle innecesario.
Mientras unos comían rápido, otros corrían para llegar
a tiempo. Todo para esperar, como siempre, en nombre del caos.
P.D. Hoy faltó la pequeña Sánchez.
Demasiadas horas de ajedrez y poca pasión por los trebejos.
Quizás con el tiempo… o quizás no.
Recordar siempre que, "¡Don Benito, no es un nombre... es una responsabilidad!"
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